Aprovechando los últimos días del verano, me acerque a realizar un nuevo despertar en una de mis playas favoritas, la playa de La Espasa. Esta situada en la costa central de Asturias, y una vez avanzado el mes de Septiembre, nos permite disfrutar en autentica soledad de su naturaleza salvaje y cambiante. Al ser una playa tan expuesta al mar Cantábrico, su fisionomía cambia con cada temporal marítimo, por eso su paisaje nunca es igual.
Preciosa Jesús, muy delicada y con un cielo muy asturiano.
ResponderEliminarGracias por tu visita Celestino, pero sobre todo por tú comentario y me alegro que te guste.
EliminarUn saludo.