Aunque el camino de regreso lo realizas por el mismo recorrido, no lo miras igual. Lo ves desde un nuevo punto de vista, cosas que antes te parecían poco llamativas, ahora te llaman la atención y las vemos diferentes. Tú mirada ha cambiado, o es la propia luz la que te hace cambiarla y nos lleva a verlo todo de forma diferente, permitiéndonos disfrutar de nuevo de este bello paisaje.
Interior del Hayedo de Montegrande. |
Braña de Las Cadenas. |
El otoño nos acompaña durante todo el camino. |
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